«La brecha cambiaria entre el tipo de cambio oficial y los paralelos pasó del entorno del 20 por ciento a mediados de mayo al 55 por ciento a mediados de julio, agregando presión sobre los precios. El relevamiento online de precios de alimentos y bebidas en supermercados que realiza FIDE arrojó un aumento del 5,7 por ciento mensual en la primera quincena de julio, lo que implica una aceleración considerable en relacion al 2,7 por ciento que había registrado en la quincena previa. Además, el aumento de la brecha dificulta aun mas el levantamiento de los controles cambiarios, objetivo que el Gobierno continúa posponiendo pero que forma parte del núcleo de su programa económico.
En este contexto, el Gobierno tomó una medida para justificar la intervención en el mercado de dólar financiero CCL: el BCRA esterilizará los pesos emitidos para comprar divisas en el mercado cambiario oficial (MLC) a través de la venta de dólares en el CCL. Sin embargo, el Gobierno sigue errando el diagnóstico sobre cuáles son los verdaderos problemas de la macroeconomía argentina, al punto que cuanto más efectiva sea esta medida en términos de su propio objetivo (reducir la brecha cambiaria) más nocivo será el impacto sobre el problema de fondo (la escasez de divisas).»