Gabriel Puricelli analiza el reciente acuerdo entre Estados Unidos y Colombia con respecto a la deportación de ciudadanos colombianos y sostiene que la práctica de deportar a ciudadanos encadenados, muchos de los cuales no han cometido delitos, es un acto deliberado de «espectacularización» por parte de la administración Trump. También destaca el potencial de tensiones diplomáticas con otros países latinoamericanos, ya que la resistencia de Colombia a aceptar deportados con grilletes podría sentar un precedente para otras naciones.