Artículo de Ana Wortman para Diagonales.

«¿De qué se trata esa forma de cantar extraña, con palabras con significados desconocidos, que nos dicen de los imaginarios juveniles del presente? ¿Cuál es la música juvenil hoy?, ¿es música?, ¿cómo se hace…? ¿De qué habla? ¿Por qué a quienes participamos activamente de los sonidos juveniles de la cultura juvenil de hace unas décadas atrás “nos hace ruido”? ¿Quiénes son esos jóvenes de sectores populares/marginales tan exitosos que ya no tocan la guitarra o el piano, ni componen poesía, pero sí los percibimos como jóvenes creativos, que generan rimas increíbles en sus letras, al estilo del rap,  su música tiene una base rítmica al estilo reggaetón y sus nombres son abreviaturas o juegos del lenguaje que evocan efectos de la digitalización? Nombres como L Gante, Bzrrap, Trueno, Wos, Quevedo, Duki, casi como palabras tales ATR, 24/7 dan cuenta de otro universo de sentido cultural. ¿Eso implica decadencia, deterioro, algo nuevo…? ¿De qué fenómenos da cuenta?»

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