En estos días -y hasta el 15 de abril- la coalición oficialista en la ciudad (Juntos por el Cambio) está debatiendo si le conviene unificar las elecciones 2023 locales con las nacionales. Esto obedecería al interés de Horacio Rodríguez Larreta no sólo de evitar tomar una posición en la interna entre candidatos a Jefe de Gobierno de su espacio, sino también por el efecto arrastre a su propia candidatura.

El oportunismo de discutir cada año electoral la estrategia respecto a la unificación de ambas elecciones en función de las necesidades de “colgar” la boleta sábana y aprovechar el efecto arrastre no es nuevo ni exclusivo de la Ciudad de Buenos Aires. Esta ha sido una práctica común en la mayoría de las provincias desde el regreso de la democracia. En nuestra ciudad, hasta el año 2017 las elecciones se realizaron en fechas separadas. La sanción del código electoral de 2018 surgido del acuerdo entre Juntos por el Cambio y Unidad Ciudadana posibilitó que en 2019 las elecciones locales y nacionales fuesen convocadas el mismo día, a propuesta del Poder Ejecutivo de la Ciudad.

Desde el Grupo Paternal, entendemos que la unificación de la fecha de elecciones no es un tema menor que pueda quedar al arbitrio del gobierno de turno. Deben realizarse de manera independiente porque las y los porteños merecemos tener el espacio para debatir distintos proyectos de ciudad. Estos asuntos no deben quedar eclipsados por la agenda de los temas nacionales, que obviamente nos afectan, pero que requieren una discusión aparte. La polarización extrema en las últimas elecciones unificadas de 2019 y 2021, donde no hubo espacio para las expresiones electorales locales, evidenciaron que las y los porteños votaron en función de la agenda nacional.

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