En paralelo al proceso de expansión económica que experimentaba Argentina camino al centenario, a comienzos del siglo XX, se produjo un crecimiento significativo del anarquismo, que tuvo un aporte importante de la migración de origen judío-ruso. En ese contexto, el país fue escenario de una intensa política de persecución y censura hacia estos sectores sociales desde el Estado, que además evidenciaba una actitud permisiva frente a una violenta acción anti obrera de grupos civiles. Vale tenerlo presente en estos tiempos de uso discrecional de la palabra “libertad”, que remiten desde la actualidad a los valores símbolo de aquellos tiempos.

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